Cinco minutos.

Cuando era pequeña esperaba a los reyes magos cada Navidad,
esperé que se me cayese el primer diente de leche y al ratoncito Pérez,
esperé las vacaciones de verano.
Después aprendí a esperar a "hacerme mayor" para hacer cosas,
a ser mayor de edad para entrar a las discotecas.
Aprendí a esperar el trabajo de mi vida.
Un tren, dos tres...
A ser valiente, a atreverme, la primera cana, esperar el fin de semana.
Y así esperando, también esperé a que me quisieras.
¿Pero sabes que? Que me he cansado de esperar y ver cómo la vida pasa mientras decido que ha llegado el momento justo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Tensión Sexual No Resuelta

Año nuevo, vida nueva.

Tipos de besos.