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Mostrando entradas de abril, 2018

La huida.

Me dijiste que te encantaba la forma en la que te miraba... y fue lo primero que te encargaste de derribar. Clavé mis dedos en tu tierra, sentí su humedad bajo mis yemas, escavé y allí de rodillas encontré esqueletos de amantes perdidos que se negaron a abandonar y allí  perecieron, sedientos, presas fáciles del caudal del tiempo. Y entonces, como en un sueño lúcido, pude atisbar parte del hilo... me encontraba sobre tierra yerma, estrato precario, suelo incapaz de dar a sus frutos más de dos veranos. Plantas verdes, habitan allí, plantas caducas, perecederas que no necesitan un sedimento profundo dónde hundir su raíz. Plantas que no conocerán el veinte de Abril. Tela de araña para náufragos, que van en busca de algo de aliento a tu manantial, y solo encuentran sed y sal. Tierra incapaz de dar alimento a las semillas de sus pobres labradores, que deciden ahí quedarse presos de las cadenas de la esperanza, aferrados al quizás,

Fenómenos naturales.

Hace tiempo la orientadora de mi colegio llamó a mis padres para una reunión de rutina, nos habían hecho los típicos tests psicológicos antes de pasar al instituto. Después de estar un rato esperando en el descansillo con todos los padres les tocó su turno. Nada más entrar, habiéndonos sentado ya les miró, con los resultados en las manos y les dijo, "A ver como les explico, su hija es algo parecido a un fenómeno meteorológico". Si, así sin más... fenómeno, algo fuera de lo común, de lo normal...vamos me estaba llamando anormal...y encima comparándome con algo como un tsunami o una tormenta (imaginaros esas dos palabras retumbando en la cabeza de una niña). La cosa no paró ahí, pasó a definirme (todo el rato con cara de "lo siento por vosotros padres") como una niña impredecible, "se rige por sus emociones y cuestiona las normas, no tiene filtro alguno..." en resumen, su hija es SALVAJE y pobrecita, le va a costar adaptarse. Mis padres la escucharon atenta

Un lugar llamado olvido.

Un día despertarás, abrirás los ojos y te encontraras habitando el limbo del olvido. No diferencio claramente el tono que tenían ya sus ojos, el timbre de voz, la forma en la que sonreía se van perdiendo como fotogramas antiguos bajo la luz del sol. Recuerdo, ahora con esfuerzo, la forma que tenían sus yemas de arrancarme el alma con cada roce, recuerdo bailar la sangre en mis venas haciendo espuma de mar cada vez que su boca se precipitaba sobre la mía, recuerdo cerrar los ojos y flotar... vago, difuso, recuerdo forzado ya. Respiro bajo las sábanas, acaricio el espacio que antes debió ocupar su silueta como buscando un vestigio de calor en el colchón, pero se han perdido todas las sensaciones que mi cuerpo guardaba. Hace algún tiempo podía evocar su presencia, su sonrisa en mi nuca mientras sus manos jugaban a tentar las madrugadas, el tacto de su pelo, la frialdad de las sábanas en contacto con los cuerpos, el sudor de su espalda ahora son  sólo imágenes que con esfuerzo, como el

Poesía.

Este mundo más que nunca necesita la poesía. Una sonrisa, algo que haga palpitar de nuevo el amor dentro de las corazas. Este mundo donde lo normal es mirar a otro lado y cerrar los ojos ante las injusticias, necesita un faro de Alejandría. No necesita banqueros,ni más políticos, ni porteros en las revistas. Necesitamos una luz, una palabra que nos devuelva la decencia. Las ganas de luchar, de salir a la calle y gritar que este mundo no nos gusta, que vamos a cambiarlo, que no más injusticias. No más gente en las calles pasando miseria, no más muertos bajo ninguna bandera. No me considero poeta sólo porque escriba, yo también tengo un sueño como Mandela, la bala que apuntaba a Kennedy también apuntaba a mi cabeza. Poeta es todo aquel que hace de la vida belleza, asique haz poesía a tu manera, pinta, vive, folla, baila, besa. Yo por mi parte me doy por satisfecha si en alguna de mis historias asoma en tu cara una leve sonrisa.

Happiness.

Tengo esa sensación de vértigo de quién va conduciendo consciente del precipicio bajo sus pies y aún así acelera y sonríe. Apareciste después del huracán, en inviernos infinitos para enseñarme que hay soles en Enero que a veces calientan más que pleno Agosto. Apareciste cuando había relegado el corazón al fondo de un cajón oscuro, dónde habita el olvido las cosas que no sirven ya. Y mírame ahora, sonriendo como un loco sombrerero. Y mírame ahora, gritando échenle más leña al fuego. Dimos fin a las noches sin fin, Abril perdió todas sus lluvias. La soledad se vistió de rojo carmín bajo la luna llena, el insomnio dejó paso al amanecer entre tus piernas. Esta vez, piso a fondo, esta vez salto sin freno.

Héroes.

Mis héroes no salen en portadas de revistas, no son influencers de moda ni viven en casas lujosas. Mis héroes te los podrás cruzar cualquier día volviendo en el metro de fiesta, agachados, diminutos, casi imperceptibles, vencidos por el sueño yendo de madrugada a la oficina. Son esa gente que dio sin esperar nada a cambio siempre con una sonrisa, El camarero que te atiende amable mientras cobra un sueldo de miseria. La chica que dejó de salir de fiesta por centrarse en su carrera. Aquel compañero que un día decidió que no iba a ocultarse más, que todo amor era legítimo y esa era su vida. No cobran millonadas, ni esperan un show con las mejores audiencias. Si te fijas bien ahí están, a tu lado. Haciendo lo mejor que se les da, enseñar que los sueños no son un camino que hay que abandonar, que las sonrisas no figuran como valor de mercado y que a veces no hay que llevar capa para ser capaces de volar...

XXI.

Prefiero arrancarte la piel, que la ropa ya te la quitaron otras.

Viceversa.

Nunca dejes de ser aquello que ves en el espejo por las voces que dicen quién creen que eres. Recuerda que el juicio siempre fue un cuadro abstracto, déjales con su realidad y una nota que diga: "LA BELLEZA SIEMPRE ESTÁ EN LOS OJOS DE QUIÉN MIRA, Y VICEVERSA".

La hora.

Se fue esperando que corriese a por ella y lo único que corrió fue el tiempo entre ellos. Y ahora, vuela más que el viento que azota las playas de su isla desierta, dejó muerto el cuento y el corazón en la maleta. Guarda en cajones bien doblado lo que no merece lástimas, hace tiempo que el lobo dejó de contarle cuentos a Caperucita. Ahora cerró la puerta con llave y tiró el mapa de vuelta, ahora se pinta la cara con carmín de guerra, ahora ya no suenan cantos de sirena sino tambores de revuelta. (Ahora es hora de que vuelva a reconquistar su ahora).

Círculo polar ártico.

Quizá estábamos condenados a ser los amantes del círculo polar ártico. Sendas paralelas, que conseguían rozarse en cruces del camino, para volver a distanciarse, separarse, intuirse. Condenados, como la luna y el sol a perseguir un destino esperando que algún año un eclipse solar de verano les permitiese de nuevo bailar cuerpo con cuerpo. Sobra decir que nunca creí en el destino, y aquí estoy con el pie puesto en el acelerador y pisando a fondo.

Verdugos.

Tú y yo saldremos ilesos de esta trinchera. No puedo decir lo mismo de las esquinas de nuestra ciudad, huérfanas ahora de besos. ahora el tiempo no sabrá qué hacer con todos esos segundos que le robábamos, no volverán los poetas a envidiar las letras que escribí a braille sobre tu espalda. Todos esos recuerdos que  dejamos de fabricar no habitarán las estancias de nuestra memoria. Tú y yo saldremos de esta, sí. Porque fuimos los verdugos que apretaron sin temblar el gatillo a quemarropa...