Ahora que vamos despacio...
A veces perseguimos la certeza anhelando encontrar la rosa con más espinas del jardín, pobres idiotas alérgicos al sol abriendo la ventana de par en par, queriendo tener la razón aunque teniendola nos quedemos sin nada.
Y sí, te diría que ya lo sabía, que lo supe desde el momento en el que mi boca rozó tus labios y los nombró soledad.
Ví la tormenta acercarse y cubrir todo de gris, y salí a bailar descalza y sin paraguas a sabiendas de que tu tierra sólo albergaba cristales.
Te diría cómo cada día desde ese día me digo a mi misma: "Está bien, ya sabías que esto iba a pasar". Y me previne contra tu seismo, pero mentiría si dijese que el huracán dejó cada mañana anegada.
Pero sé que miento, al decir que era la verdad lo que buscaba. Igual que te mentí cada vez que te decía que me daban miedo las tormentas sólo porque no te marcharas.
Mentiría si dijese que apreté la venda en vez de soltarla.
Mentiría también si no te dijese que el pasado escuece cada vez que doblas la esquina del presente camino de la parada de metro olvido.
Mentiría si dijese que el silencio no es el ruido que hace el amor al romperse, y es una canción que me pongo en bucle desde que no estás.
Que no he querido odiarte, aunque fué como navegar veleros en arenas de sal.
Que no esperé hasta la desesperanza, con el pecho en canal de Suez a que aparecieses (Igual que esos niños que prefieren ocultar a sus padres lo que saben de la Navidad...).
Mentiría al decir que no esperé a hacer polvo este poema, a reducir al absurdo sus letras y a falacias mi teoría.
También mentiría si dijese, que todo lo que esperé sabía ya que era mentira.
Y sí, te diría que ya lo sabía, que lo supe desde el momento en el que mi boca rozó tus labios y los nombró soledad.
Ví la tormenta acercarse y cubrir todo de gris, y salí a bailar descalza y sin paraguas a sabiendas de que tu tierra sólo albergaba cristales.
Te diría cómo cada día desde ese día me digo a mi misma: "Está bien, ya sabías que esto iba a pasar". Y me previne contra tu seismo, pero mentiría si dijese que el huracán dejó cada mañana anegada.
Pero sé que miento, al decir que era la verdad lo que buscaba. Igual que te mentí cada vez que te decía que me daban miedo las tormentas sólo porque no te marcharas.
Mentiría si dijese que apreté la venda en vez de soltarla.
Mentiría también si no te dijese que el pasado escuece cada vez que doblas la esquina del presente camino de la parada de metro olvido.
Mentiría si dijese que el silencio no es el ruido que hace el amor al romperse, y es una canción que me pongo en bucle desde que no estás.
Que no he querido odiarte, aunque fué como navegar veleros en arenas de sal.
Que no esperé hasta la desesperanza, con el pecho en canal de Suez a que aparecieses (Igual que esos niños que prefieren ocultar a sus padres lo que saben de la Navidad...).
Mentiría al decir que no esperé a hacer polvo este poema, a reducir al absurdo sus letras y a falacias mi teoría.
También mentiría si dijese, que todo lo que esperé sabía ya que era mentira.
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