Historia de un héroe.

Este es un cuento real, un cuento en el que hay una bruja malvada y un pequeño héroe, un cuento en el que parece que, como pasa con la vida misma, los malvados son los que ganan. Este cuento tiene un final triste, al final Goliat pudo con el pequeño David, al final la fuerza pudo con la valentía, al final un pequeño pez se quedó sin oxigeno fuera de la orilla... pero en este cuento el final no es lo que importa sino lo importante es la moraleja.
Entregaste tu vida, como lo hacen los héroes de verdad algunas veces para derrotar a los villanos, entregaste tu sonrisa porque no tuviste otra elección, porque no te dejaron otra salida, tú no tuviste elección pero nos la enseñaste a nosotros. Nos enseñaste que en estas ciudades grises, en esta sociedad de egoísmo, en una sociedad en la que la humanidad se desvanece entre la gente como lo hace el agua de mar entre las manos todavía queda esperanza, nos enseñaste que unidos podemos conseguir nadar más rápido que los delfines, que la humanidad todavía resiste debajo de nuestra ropa de marca, que si un pececillo se pierde (como pasó con Nemo) lo busca toda su "manada", y no me refiero a la gente cercana sino a gente, personas humanas (porque "humano" es algo que a veces parece que falta) a kilómetros de distancia, personas que no te conocían pero que tus padres, amigos y policía se encargaron de que lo hicieran, gente que tenía sus propios problemas, sus propias vidas, gente que te hizo su hijo, sobrino, amigo, compañero, gente que ha sentido lo que se siente cuando se pierde alguien, la espera, las dudas, la esperanza... gente que ha llorado sabiendo el final de tu pequeña vida, que ha dolido, que ha odiado, que no ha sabio entender porque algunas cosas pasan. Nos enseñaste que aunque corta, tu vida seguro que fue feliz, y ahora tus padres nos enseñan cual es el camino cuando algo malo pasa, podríamos pedir el ojo por ojo o la hoguera para la bruja malvada, pero "ese no sería mi hijo, y esa no sería yo" (como tu madre relata), descubrimos a la bruja gracias a ti pequeño héroe, conseguimos que el rey escapase y volviese a andar junto con la reina, condenemos a esta malvada a la soledad, al auténtico olvido y aprendamos que la gente de bien sólo hace bien. Sigamos arropando y llenando de amor tu memoria, que esta ola, que este movimiento que has conseguido sólo tú, no pare, no se transforme en algo negativo (porque entonces la bruja habrá ganado el todo). Esta es la moraleja, seguimos teniendo alma, seguimos (pese a todo) siendo parte de un todo, que no se nos olvide nunca, la vida no te la podemos devolver pero podemos honrarla, tu ahora nadas seguro en océanos infinitos y ahora nos toca a nosotros intentar que no vuelva a pasar, hay más Nemos como tú perdidos (aquí estaremos hasta que los encuentren), hay más padres sin sus hijos, familias destrozadas... ahora que sabemos que juntos podemos con todo, ahora nadie nos para. Gracias pequeño héroe (ojalá no tuviésemos que aprender de esta forma nunca más), gracias padres de Gabriel, por enseñarnos que la violencia nunca gana, que aunque te arrebaten todo nunca te arrebatarán la bondad y la esperanza de que los buenos, aunque tarde, siempre ganan, gracias medios de comunicación porque para estas cosas hacéis falta, gracias policía por llorar, por sufrir, por buscar y encontrar. Gracias a todos vosotros, a todos a los que se nos han removido las entrañas, que nunca se nos olvide este sentimiento, que nunca se nos olvide el camino al mar...

                                                                                                                           D.E.P pequeño Gabriel.