Consejos sabios.
Mi abuela me enseñó que no hay que mirar las cosas que dejamos atrás. El lugar dónde fuiste feliz es sólo eso, sólo un lugar que pertenece al tiempo del recuerdo, el cual ya tiene sus protagonistas y un tiempo. Por mucho que duela, hay equipajes que es mejor abandonar en la estación de tren porque retrasan el paso.
Así que, levanta la cabeza, paso firme y hacia delante.
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